sábado, 28 de mayo de 2011

Fantasía

Te recuerdo de hace muchos años, cuando todos los días se antojaban soleados y no había más dolor que el que aliviaba un simple helado.

En la larga noche, y también en el efímero día, te veía a cada paso que daba. Siempre
presente, me maravillabas en lo más profundo.

Eras objeto de deseo y sueño. Ante mi te presentabas en el vuelo solitario de una hoja caída en el Otoño, revoloteando frente a mí, invitándome a seguirte, a dejarme llevar…

Qué lejos quedaron aquellos días, la breve pero inolvidable Primavera de mi vida.

Ahora, en mi particular verano, te sigo recordando. Por fin te entiendo, incluso yo mismo te doy forma pero, en el fondo de mi alma, sigues siendo la más extraordinaria y misteriosa belleza.

Cada día, cada vez que contemplo una hoja caída invitándome al recuerdo, mi rostro se ilumina y con los ojos humedecidos, recuerdo... te recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario